IWC Perpetual Calendar

Conducido por el sueño de lograr traducir el calendario gregoriano y sus tantas irregularidades, en un dispositivo mecánico que quepa dentro de un reloj pulsera, un genio relojero suizo llamado Kurt Klauss, dedicó su vida para lograr lo impensable: una inmensa maquina, capaz de mantener fecha, día de la semana, mes, año con cuatro dígitos y fase lunar para ambos hemisferios, sin tener que realizar ajuste alguno. 

Reconoce años bisiestos, y su fase lunar es tan increíblemente exacta, que se desvía 1 día de la fase recién a los 578 años de uso continuo.

Visto de frente a través de su cristal de zafiro, esta pieza es todo esfera, gracias a su bisel concavo, artilugio utilizado tambien por Patek Phillipe que logra una ilusión óptica que expande la esfera del reloj hasta el borde de la cabeza de oro y ayuda a disimular la impresionante masa del reloj. 

La caja es de oro rojo macizo sin calar, realmente macizo y es el habitáculo para este impresionante calibre de 62 rubies, el calibre automático más grande del mundo, cuya masa oscilante o rotor tiene un medallon de oro macizo, el cual al girar le proporciona al usuario una demencial reserva de carga de 7 dias, osea, al sacarselo de la muñeca, esta máquina demora 7 días en pararse, una locura si lo comparamos con las 36 horas de un reloj normal. Este imponente calibre se deja ver a través de un enorme cristal de zafiro ubicado en la tapa trasera. 

Es un reloj intelectual, tecnológico y understated, que habita el Olimpo del puñado de las piezas más prestigiosas del mundo.

Nuestro precio: U$S 19.000

Permutas, facilidades